miércoles, marzo 26, 2008

Egipto I

Bueeeno, ya es hora de que comience a contar nuestras peripecias por Egipto. Me voy a saltar muchas cosas y muchos detalles porque teneis que tener en cuenta de que un sólo día en Egipto valía por 5, así que si estuvimos 7 días eso hace 35 días. Un mesecito así sin quererlo. Esto no una exageración y ahora vereis por qué.



El jueves día 13 salimos a las dos hacia la estación de trenes de Murcia. Estaba más nerviosa que un flan, comprobando cuatrocientos millones de veces si llevaba el pasaporte, el dinero, las lentillas... En fin, algo nerviosilla :P Al llegar a la estación de Barcelona de Sants, salimos a buscar el hotelucho que en teoría estaba cerca. Venga a buscar, venga a buscar. Que no lo encontramos, donde estará ese hotel cutre... y de repente allí estaba un súper hotel modernísimo de 4 estrellas y yo toa despeinada, hecha un ajco, y con una bolsa del mercadona en la mano de la cual tenía demasiada conciencia para ser una bolsa del mercadona. Me dio la impresión de que tooodo el mundo en recepción se dió cuenta de que llevaba una puñetera bolsa del mercadona en la mano con restos de comida ¬¬'. Por diosh que vergüenza. Mataré a Nacho algún día por este momento inolvidable (es broma).

En fin, al día siguiente nos levantamos, preparamos las cosas del equipaje de mano y salimos raudos hacia el aeropuerto. Allí recogimos nuestras tarjetas de embarque y todas esas cosas que a mi me marean tanto y después de dar más vueltas que un tonto por las tiendas, en las que por cierto encontramos aceite de elfo (¿de grasa de elfo o para que los elfos se aliñen las flores?), al fin entramos en el avión. Por suerte nos tocó ventana jejeje. Me pasé las cuatro horas mirando por la ventanilla :P viendo Mallorca, barquitos, nubes, desierto y por fin ¡el Nilo!. Fué muy emocionante.

Cuando llegamos al aeropuerto de Aswan, daba una buena imagen de lo que sería el resto del viaje: impresión de viejo, descuidado, lleno de polvo y porque no, sucio, muchos guardias armados con subfusiles, y todo lleno de hombres que en teoría no estaban haciendo nada. ¡Era estupendo!. Nos repartieron por barco-hoteles. Nosotros íbamos al Queen Isis. Sonaba romántico, etéreo, místico, el barco era muy terrenal, viejo y cutre jajajaja. En el autobús de camino al barco, el guía nos iba contando que al día siguiente nos íbamos a ver Abú Simbel, pero que como estaba a 3 horas de Aswan nos teniamos (y esto dicho con mucha guasa) que levantar a las 02:30 de la mañana y que si queríamos nos podíamos coger una almohada de nuestro camarote para dormir en el autobús. Como lo decía con tanto cachondeo la reacción fue de reirse, jijiji, ¡y una mierda! Lo decía en serio. Casi daban ganas de no dormir y estarse de juerga para empalmar.

Al final llegamos al Nilo. En la zona de atraque de los barcos, todos los barcos de una compañía se ponen paralelos unos a otros de manera que tu entras por uno, lo atraviesas, pasas a otro y así hasta que llegas al tuyo. Mientras los íbamos cruzando nos quedábamos maravillados del lujo y decadencia de los barcos ¡cómo molaba! y de repente llegamos al nuestro ¬¬', cutre cutre. Pero nos daba igual ¡estábamos en Egipto y encima del Nilo! Al menos nuestro camarote estaba en el segundo piso y no como otros del grupo que estaban en el "sótano" y el agua a veces llegaba a mitad de la ventana...


Fuimos a cenar y corriendito a dormir la siesta. Curiosamente me levanté de un salto, bastante espabilada. Agarramos nuestras cosas y almohadas y nos fuimos a recepción donde nos dieron una caja blanca con el desayuno-picnic.

La excursión fué larga, tuvimo que esperar una hora a que se unieran más autobuses para formar el convoy escoltado por la policía turística para evitar atentados (¿cómo?), y se lo tomaban en serio. Incluso vi a un policia comprobando que no hubiesen bombas debajo de los autobuses con un espejo de esos... en fin, pero la noche del desierto es preciosa. Se ven las estrellas como en la vida las había visto. Habían estrellas hasta en el horizonte. Precioso. Dormimos una horita o así y nos despertamos para ver el amanecer. Intenté hacer fotos, pero salian muy mal así que me dediqué a mirar y disfrutar hasta que llegásemos a nuestro destino.

Llegamos sobre las ocho de la mañana a una gran explanada que daba al lago Nasser. Por una avenida flanqueada de árboles te vas acercando a una montaña y por un caminito de tierra vas rodeándola hasta que al final comienzas a ver a tu izquierda el enooorme perfil de Ramsés II. Es realmente graaande y apabullante. Ahora sólo voy a poner fotos del exterior puesto que del interior no se podían hacer fotos, aunque siempre hay algún desaprensivo que se ponía a hacer fotitos sin importarle en absoluto la conservación del monumento.





El perfil de Ramsés II mientras nos acercabamos a la explanada de delante.





Nosotros en la explanada con Abú Simbel de fondo. Fijaos en el tamaño de la gente junto a la entrada.

La entrada al templo con las estatuas de Ramsés II flanqueándola.

Yo con el templo de Nefertari, favorita de Ramsés II, al fondo.


Otro día más, prometido ^^